-¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un país en el que los políticos son corruptos... Y esa corrupción ha de pagarse con dinero público... ¿Quien no ha hecho eso alguna vez...? ¿Tú? ¿Usted, señora Díaz? Yo tengo una responsabilidad mayor de la que tu puedas calibrar jamas. Tú lloras por los sobresueldos y la financiación ilegal y maldices al PP... Tienes ese lujo. Tienes el lujo de no saber lo que yo sé... Que la financiación ilegal del Partido Popular, aunque trágica, es necesaria. Y que mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, es necesaria. Tú no quieres la verdad por que en zonas de tu interior de las que no charlas con tus amiguetes me quieres en el gobierno... Me necesitas en el gobierno. Nosotros utilizamos palabras como sobre, corrupción, cohecho... Las utilizamos como columna vertebral de una vida dedicada a enriquecernos sin dar palo al agua... Tú las usas como gag.